Abel Furlán, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), expresó su preocupación por la falta de reacción de la Unión Industrial Argentina (UIA) ante medidas gubernamentales que afectan al sector industrial. Furlán acusó al Grupo Techint de tener una influencia significativa en el gobierno de Javier Milei y criticó la inacción de la UIA, que se quedó en silencio tras las declaraciones de Milei en un acto en la UIA, donde el presidente acusó al sector industrial de vivir del Estado y del campo. Furlán resaltó la necesidad de defender el modelo industrial argentino, advirtiendo que la falta de respuesta podría desencadenar un conflicto social.

Furlán enfatizó que los países que lograron un desarrollo industrial sólido integraron la justicia social y salarios dignos en sus modelos, y pidió una alianza entre la industria y el campo para fortalecer la economía argentina. Criticó la actual situación económica del país, caracterizada por la recesión y la caída de la producción nacional, lo que ha generado incertidumbre en miles de trabajadores. Según Furlán, Argentina está encaminada hacia la desindustrialización, mientras otras naciones invierten en sus industrias para asegurar empleos calificados y bien remunerados.

Además, Furlán señaló que el movimiento obrero y la CGT deben discutir la profundización de un plan de lucha frente a las políticas del gobierno actual, que a su juicio, buscan debilitar la industria nacional y privilegiar los intereses de las multinacionales. Mencionó que la CGT no está en riesgo de fragmentarse, pero advirtió que es necesario tomar medidas urgentes para oponerse al modelo de desindustrialización y saqueo de los recursos naturales impulsado por las multinacionales en complicidad con el gobierno.

Furlán también se mostró sorprendido por la postura de Techint, una de las principales industrias del país, que aparentemente apoya las políticas desindustrializadoras del gobierno de Milei, incluyendo la apertura de importaciones. Para Furlán, la falta de reacción de la UIA y otros actores industriales es preocupante, ya que permite que se avance en un modelo económico que pone en peligro a las pequeñas y medianas empresas, así como a los trabajadores que dependen de la industria nacional.

Finalmente, Furlán subrayó la importancia de un modelo de desarrollo industrial que no solo genere empleos, sino que también garantice salarios dignos y justicia social, elementos clave para fortalecer la economía argentina. Hizo un llamado a la industria y al campo para trabajar juntos en el fortalecimiento del aparato productivo del país y abogó por una mayor conciencia social y política en la defensa de un modelo industrial que beneficie a toda la sociedad y no solo a unos pocos sectores privilegiados.